Escrito por L.C.C. Yendy Cortinas López

Coordinación de Cultura Física y Deporte

Universidad de Guanajuato

Hablar de la Cultura Física y el Deporte de manera general nos llevaría a adentrarnos en un mundo con infinidad de matices y puntos de vista; además este tema puede ser abordado desde diferentes enfoques con los que tiene estrecha relación, por ejemplo, la salud física y mental, comunicación, psicología, nutrición, entre otros. Para fines de este artículo nos centraremos específicamente en el deporte universitario y el impacto que tiene en la vida de una persona integrante de un equipo representativo. 

Es importante como primer punto poner sobre la mesa que existe una diferencia entre la Cultura Física y el Deporte; en la primera podemos incluir a la activación física, deporte recreativo, ejercicio y actividades que tienen la intención de promover la activación de manera regular o esporádica. Aquí se puede apostar a la masificación y a dirigir estrategias para alcanzar un mayor número de personas activas. 

Por otro lado, la práctica deportiva requiere otro tipo de aspectos a considerar dependiendo del objetivo, dicho sea de paso, este puede ser individual o en equipo y va dirigido a la competitividad.

Como mencionan Brenda Chávez, Ernesto Solís y Alfonso Recoder (2019) en su libro 71 propuestas para la transición a un modelo exitoso de Cultura Física y Deporte para la Ciudad de México: existen cuatro grandes grupos en los que es posible segmentar el deporte, que son: deporte social – participativo, deporte competitivo, educación física y ciencias aplicadas.

Esto se torna muy interesante cuando se observa el potencial que tienen las Universidades debido a que en ellas se deben generar estrategias que sumen a cada segmento.

Para enmarcar la perspectiva desde la que se aborda el presente texto resulta fundamental delimitar que quien suscribe se centrará en experiencias vividas como parte de un equipo representativo universitario.

Retomando lo plasmado en la Ley General de Cultura Física y Deporte, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 7 de junio de 2013, Artículo 5°, fracción II y V, la Cultura Física es el “conjunto de bienes, conocimientos, ideas, valores y elementos materiales que el hombre ha producido con relación al movimiento y uso de su cuerpo”; deporte es la “actividad física, organizada y reglamentada, que tiene por finalidad preservar y mejorar la salud física y mental, el desarrollo social, ético e intelectual, con el logro de resultados en competiciones”. (Chávez, Solís & Recoder, 2019. pág. 37).

¿De qué manera el deporte a través de las Universidades contribuye en los estilos de vida, hábitos y actividades que realizan las y los estudiantes? ¿Cómo puede influir el deporte en la formación integral de las personas y con ello en la reconstrucción del entorno social? ¿Qué cambios estructurales son visibles si se combinan los elementos antes mencionados?

La activación física y la práctica deportiva son herramientas que tienen el potencial para sumar y contribuir positivamente en el desarrollo de una sociedad, no solo por los beneficios a la salud, sino también como generador de cambios estructurales y herramientas para la socialización y consolidación de grupos a diferentes niveles.

Las Universidades pueden ser agentes de cambio y generadoras de culturas organizacionales que contribuyan a la sociedad a través de la activación física y práctica del deporte, sin embargo, es necesario vincularlas con programas y/o actividades ya existentes, para tener la posibilidad de impactar positivamente en determinado sector.

En el deporte competitivo, trabajar de la mano con dependencias gubernamentales y/o iniciativa privada es fundamental a fin de buscar mejores condiciones para las y los estudiantes que lo practican, de lo contrario resulta más complejo cubrir todas las necesidades que presenta la Universidad si se busca mejorar en todas sus disciplinas. 

Ser parte de un equipo representativo genera un sentido de identidad y pertenencia con la institución educativa que brinda las herramientas necesarias para el desarrollo profesional y deportivo, fomenta la búsqueda constante de ser una mejor persona para después ofrecer lo mejor a su entorno inmediato y posteriormente servir a una sociedad.

Largas jornadas de entrenamientos, noches de desvelo en temporadas de exámenes o después de practicar o competir con la Universidad, son solo algunas constantes a las que se enfrenta un integrante de equipos representativos; sin hablar de las lesiones y/o tiempo en rehabilitación. 

Por otro lado, se encuentra la alegría de los triunfos, el aprendizaje de las derrotas, el deseo constante de ser mejor cada día, la satisfacción y orgullo cuando se consiguen las metas y ese sentimiento de crecimiento personal que motiva a dar lo mejor. 

Estos hechos brindan las bases para salir adelante y reponerse cuando es necesario. El deporte, entre muchas cosas enseña a ser resiliente, a trabajar en equipo, a ser constante y a tomar decisiones (en algunos casos en cuestión de milésimas de segundos), creo firmemente que el deporte forma y forja personas que impactan positivamente en sus entornos. Alguien que en su etapa universitaria representó a un equipo seguramente influirá como un agente de cambio en el ámbito laboral. 

En un mundo con las características actuales en donde la información fluye de manera exponencial, nos vemos inmersos en noticias y sucesos (muchas veces negativos o catastróficos) sin embargo, el deporte es portador de buenas noticias, es una manera de ofrecer alternativas a la población para ver historias de vida, ejemplos a seguir, metas y logros alcanzados.

La Universidad de Guanajuato trabaja constantemente a fin de ofrecer alternativas para participar en diversas actividades de cultura física, pero también impulsa a estudiantes con capacidades y cualidades específicas a ser parte de equipos representativos. De este modo viven experiencias a través de programas y proyectos pensados para contribuir en su desarrollo integral. 

Las Universidades tenemos un gran reto; somos formadores y tenemos la obligación de detenernos a reflexionar sobre qué estamos haciendo en materia de Cultura Física y Deporte para verdaderamente servir e impactar en lo más importante: LAS Y LOS ESTUDIANTES.

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